Dedicado a Gaia: Preguntas y Más Preguntas

A veces uno se cuestiona el momento y sociedad en la que le ha tocado vivir, no ya sólo por los problemas de salud planetaria a los que nos estamos enfrentando, sino por la actitud ante la vida misma, la vida en comunidad y el lugar hacia dónde miramos y queremos ir.

Toda comunidad que se precie de vivir dentro de un orden requiere de unas normas, más o menos estrictas, pero al fin y al cabo normas; las cuales digo yo que se crean para ser cumplidas pues de lo contrario no entiendo el por qué de las mismas. Y esta fue la idea que me rondaba por la cabeza cuando el otro día vi por televisión la suelta de patos en la ciudad de Sagunto, Valencia. No es la primera vez en la que me encuentro con la situación de que las altas instancias prohiben determinada actividad y un determinado grupo de población se empeña en no querer entender el significado del mensaje "eso está prohibido, es ilegal, ya no puedes hacerlo", en otras palabras, somos como niños pequeños, nos resistimos a entender el significado de esa tan odiosa palabra y a veces tan sana "NO". Que no digo yo que haya que aceptar todo lo que nos caiga del cielo, pero vaya, que hay otras formas de hacer las cosas.

Lo mismo ocurre con ese método de caza, el parany, por el que España fue condenada por el tribunal de justicia de la Unión Europea ¿Realmente está todo bajo control?. Y para rematar la faena tenemos al alcalde de Náquera, un pueblo de la provincia de Valencia que, en pleno verano y ante una previsión oficial de alta probabilidad de incendios forestales, se permite el lujo de arrojar un castillo de de fuegos artificiales, cuando sabía perfectamente que estaba completamente prohibido, en una localidad rodeada de pinares y que no mucho tiempo antes ya había sido "tocada" por el fuego. Así que menudo ejemplo el señor alcalde para con sus señores ciudadanos.... Sí señor, predicando con el ejemplo, como para ir luego a poner orden.

Tengo más casos para contar. Valga ese otro que leí en prensa donde un individuo, no recuerdo bien quién era, se permitía el lujo de exigir que los límites de velocidad había que modificarlos porque nadie los respetaba........ ¡Qué ingenio! Contigo llegaremos lejos..... O la de esa otra encuesta que el diario El Mundo realizó recientemente y una mayoría de los votantes decía NO a que se limitara la velocidad de acceso a las ciudades para reducir los niveles de contaminación (lo mismo ocurría en La Vanguardia ya hace un tiempo). Me da a mí que consciente o inconscientemente algo nos induce a pensar que la "solución está ahí fuera", que los problemas se resuelven ellos solos, "que sí, que sí, que yo quiero solucionar el problema, pero que a mí me dejen vivir " y así.... mal vamos.

En fin, que ante hechos como estos uno a veces no sabe qué pensar. Como decía antes, uno puede estar en contra de una decisión de sus gobernantes, para eso vivimos en una sociedad supuestamente democrática y para gustos colores, pero eso no da pie a que, como estoy en contra, seguiré haciendo lo que me dé la gana y mucho cuidadín con decirme que NO porque iré y la montaré..... Pero la culpa no es de esos individuos... sino del político de turno que lo consiente.

No estaba escrito exactamente así, pero hace unos días que leí unas líneas que una "cabeza pensante" escribió en referencia a que la solución a los problemas medioambientales (y muchos otros) pasan por el siguiente orden: