Informe Semanal

Por motivos que ahora no vienen a cuento, si tuviera que elegir el comentario que más me ha calentado esta semana, ese sería sin lugar a dudas el referente a las "corridas de toros".

Como bien comentaba con mi amigo Vicente, no sé qué diablos pasa por la cabeza de la gente cuando asiste a un espectáculo tan denigrante como este. Me pregunto cómo diablos alguien puede disfrutar de semejante carnicería y mucho menos llamarlo arte.

El arte, a mi pobre entender, supone creación ¿Se puede llamar arte al escarnio de un animal sin motivo justificado alguno? ¿Se puede llamar arte a traspasar con un estoque pulmones y corazón? ¿Justifica la diversión de algunos la violación del mayor derecho que puede tener cualquier ser vivo, es decir, el derecho a la vida? Y para más inri, seguro que los hay de los que asisten a estos actos y están en contra de la guerra o del aborto, esto es ya el no va más. Sigo sin entender cómo llaman arte al hecho de clavarle a un animal, más que banderillas, yo mejor diría arpones y por supuesto un estoque que le atraviesa los pulmones, lo que da lugar a un encharcamiento de los mismos y a una asfixia de no te menees.

No es algo puntual el ver en una plaza cómo el animal va perdiendo la vida entre vómitos de sangre, no creo en esa muerte tan rápida que algunos pretenden hacernos ver. Ni que hablar de las puntillas, de pena, lamentable, no hay palabras. He escuchado todo tipo de justificaciones para intentar mantener a toda costa este macabro negocio.

Es muy típico el que te contesten ¿A que tú bien que te comes el pollo o la ternera? En mi caso lo dudo, porque soy de los "vegetas", pero en un matadero, si se hace como Dios manda, el animal no recibe un tratamiento humillante y recibe una muerte mucho más digna que la que presenciamos en una plaza.

También he sentido que sin la fiesta los toros se extinguirían, permitidme que lo dude. Los romanos solían lanzar a las fieras a los gladiadores y cristianos, a día de hoy podemos seguir contemplando los leones y otras fieras, por ejemplo, en Kenia. Asimismo tenemos casos como el del burro, animal que no se utiliza para las labores para las que estaba encomendado, pero que anda protegido y subvencionado.

El torero es un tío con un par de huevos que se la juega en el ruedo. Perdonen, también se la juegan los que limpian cristales en los rascacielos, los submarinistas en estaciones petrolíferas, los que trabajan en aerogeneradores o torres de alta tensión, policías, bomberos, militares y un largo etcétera. Y que no me digan que el toro se puede defender, porque si no lo mata el primer torero, lo hará le segundo y así sucesivamente. Las corridas no son como la caza, que tampoco pretendo justificar, pero al menos, si el tiro es fallido, el animal puede escapar, el toro lo tiene bastante claro, cuanto entra en la plaza, salvo que lo indulten, cosa bastante remota, tiene sus minutos de vida contados.

Para terminar, os dejo un enlace que ya existía hace tiempo en mi apartado de "No Comments". Ahí podréis ver una serie de vídeos que muestran lo que algunos entienden por arte, fiesta y diversión. Gracias Stefano por los enlaces. Un abrazo desde aquí campeón.


Hasta la próxima.