
La verdad es que esta era una de esas semanas en las que uno no tiene muy claro qué es lo que va a comentar en el blog, aunque también es verdad que
muchas veces uno se sorprende de cómo funcionan las cosas, en el sentido de que, cuando menos te lo esperas, aparece la idea o alguien te da la da (en mi caso esta segunda opción).
Durante la clase de inglés, se han propuesto una serie de ideas sobre las cuales uno tenía que indicar si estaba a favor o en contra. Así pues, uno de los puntos ha sido qué nos parecía la idea de tener grandes zonas verdes en las ciudades. Ha habido alguien que ha comentado que, tras trabajar durante un tiempo en un ayuntamiento, tenía entendido que las zonas verdes resultan "caras" debido al mantenimiento, a lo que yo he añadido que también podemos pensar que al ayuntamiento le interese más construir y.... dinero "pa la saca", ya sabemos cómo son estas cosas del urbanismo.....
En fin, que independientemente de uno u otro punto de vista, una vez más, acabamos hablando del "precio de los servicios", y una vez más, todo depende del cristal con que miremos ¿Qué ocurre si tomamos ese supuesto alto precio a pagar como un peaje por contaminar? ¿A nadie le suena la cita "el que contamina paga"? ¿Realmente qué precio le podemos poner a un gran parque en condiciones? ¿Qué servicios nos ofrece (que los hay, aunque no los veamos o no queramos verlos) ? Que conste que estas cuestiones no son livianas, pues si algo ha generado debate ha sido la pregunta "¿Qué precio le ponemos a la biodiversidad?"
Lo primero que tenemos que tener en cuenta es que vivimos en una sociedad capitalista, donde don dinero manda, y cuanto más ganemos y más rápido mejor, por lo que si hablamos en términos de sostenibilidad mal vamos. Primero porque cuando hablamos de un mundo sostenible estamos hablando de beneficios económicos a largo plazo, la naturaleza no conoce las prisas (y si no que se lo pregunten a la evolución) y segundo, porque se obtienen beneficios no materiales, aquellos aparentemente intangibles y claro ¿Qué precio le ponemos a algo que nos vemos? Sea por ejemplo la obtención de oxígeno y la renovación del aire... una vez más la pregunta es ¿Es posible un capitalismo verde?
Hay estudios que demuestran que, para hacer frente a este cambio climático que ya está en marcha, los grandes parques o jardines van a jugar un papel muy importante en las ciudades. Lo que tiene que quedar bien claro es el concepto de parque o zona verde, porque estos ayuntamientos que tenemos suelen hacer uso de dichas acepciones con cualquier cosa (aunque sea lajenamente parecida), como por ejemplo unos cuantos arboliltos dentro de tiestos de hormigón que tan de moda se están poniendo últimamente. Como decía, en relación con el cambio climático, las zonas arbóreas dentro de la ciudad van a suponer un aliviadero de calor en las ciudades, en este sentido, y a pequeña escala, deberíamos tener en cuenta los estudios que avalan que una casa rodeada de árboles permite un ahorro de entre un 25 y 30% de energía. Creo que con esto os podéis hacer una idea del efecto escudo de nuestros ignorados árboles. Otro efecto a considerar sería la reducción del impacto de la desertificación que supone el asfaltar nuestro suelo.
Si nos ponemos nostálgicos y recordamos de dónde venimos, el verde psicológicamente nos sigue haciendo falta, porque lo creamos o no, nos aporta una serenidad de la que esta alocada sociedad carece. En este sentido, las grandes masas arbóreas amortiguan el ruido y creo que esto es una razón más que importante como segundo país más ruidoso del mundo que somos (y primeros de cocaína.... si es que tenemos de lo mejorcito.....), y por supuesto, ya todos conocemos los efectos que este fenómeno tiene en la salud. También una cantidad importante de árboles podría dar alojamiento a diversos tipos de aves, el sonido y presencia de las cuales es altamente preferible al de los malditos motores ¿Quien sabe si podrían dar en un futuro alojamiento a alguna especie protegida? Nos permitirían también un acercamiento a aquéllo de donde venimos, pues cada vez más, parece ser, los urbanitas miramos el bosque y todas esas cosas llamadas "bichos" con indiferencia desde la comodidad de nuestros butacones.
Y por último, y una cuestión muy importante, sería el papel que jugarían en el reciclado del aire de nuestras ciudades, que, aunque pudiera ser exagerado, estamos respirando literalmente veneno. Si queréis incomodar un poco a vuestros ayuntamientos, podéis probar a solicitarles todos los seguimientos sobre calidad del aire, si es que se están haciéndolo como toca, creo que más de uno se haría el loco o se echaría a temblar... hace ya un tiempo en el que leí que la contaminación atmosférica está matando a más gente que el sida, la leucemia o los accidentes de tráfico.... pero como es algo que no se ve.... incluso algunos lo aceptan como el precio a pagar por un progreso en mi modesta opinión mal entendido... ¡Qué triste! ¿Quién no ha oído que el número de personas afectado por las alergias se están disparando considerablemente? ¿A alguno os han dicho que las partículas arrojadas por el gasoil cuando se quema se adhieren al polen y potencian su capacidad alergénica? ¿No? Pues ya lo sabéis.
Ahora ha llegado el final de hacer cuentas ¡Menos mal! ¿Que preferís? ¿Pagar por el mantenimiento de vuestros jardines? ¿o pagar por las cuentas sanitarias de una quebrantada salud respiratoria? Posiblemente, el dinero que le pagamos a los jardineros es lo que se ve a corto plazo, pero a largo plazo debemos y creo que tenemos que ver dos cosas: una, estamos generando empleo y dos, y tan importante como la primera, estamos invirtiendo en salud. No soy economista, pero teniendo en cuenta el dineral que vale la asistencia sanitaria, imaginaros los montones de dinero que vale tratar a miles de nosotros por problemas con sus pulmones. Me consta que hay gráficas que comparan lo que cuesta luchar contra la contaminación y lo que costaría si se luchara en términos de prevención. El refranero es sabio: más vale prevenir que curar.
Disculpad el rollo. Fin del mensaje.
Etiquetas: Arboles