Barcelona 2018

El domingo pude leer en prensa que si no se toman medidas, en el 2018 el tráfico de Barcelona colapsará por completo. La verdad es que me sorprendió, porque Barcelona a nivel nacional, en lo que se refiere a organización del transporte, no tiene mucho que envidiar a otros, o al menos así pensaba hasta ahora. Si habéis leído la noticia, habréis podido comprobar que se refiere a una necesidad de adaptar el transporte público a las futuras necesidades, aún así no he podido evitar pensar en la cantidad de asfalto que se sigue tirando a día de hoy: estamos fragmentando a toda máquina los ecosistemas y eso, obviamente, no es bueno, sobre todo para los animales que necesitan grandes extensiones, como el lince y el oso.

Estoy absolutamente convencido de que aunque pusieran vías de 18 carriles, no tardarían en pasar muchos años hasta que volvieran a colapsar ¿Porqué? Pues porque creo que "semos asín", no hay concienciación, no hay cultura. Ya sé que a unos cuantos la contaminación les importa un pimiento, así como que se asfalte el territorio a diestro y siniestro y se fragmenten los hábitats. Si hubieran menos vehículos en circulación, necesitaríamos menos espacio, no sé si me explico. Si a día de hoy las energías renovables ocuparan el mismo espacio que el asfalto, que es una barbaridad, podrían abastecer, pero de lejos, todas las necesidades energéticas que tenemos.

Concluyendo, asfaltar más terrritorio creo que empobrece a muchos, para largo, y enriquece a unos pocos, para poco. Señores políticos, cambien su política de asfaltado, de pan para hoy y hambre para mañana; señores conductores particulares, planteense seriamente alternativas a su cajita de cuatro ruedas, no sean tan cómodos, sobre todo si sólo hay un ocupante. Gracias.

Fuera de Lugar

El fin de semana pasado fue uno de esos fines de semana especiales, el cual lo pude disfrutar con grata compañía en el Mas de Noguera. En uno de mis muchos movimientos por el lugar, me llamó la atención un nutrido grupo de gatos, tranquilos, bien atendidos. Y para variar, como mis ideas no se pueden estar quietas, me trajeron a la memoria el problema de la introducción de especies no autóctonas; en este caso mis ideas estaban relacionadas con esos tranquilos gatitos junto a los que me encontraba.

Seguramente más de uno piensa que los gatos han estado repartidos por todas partes y en todo tiempo: pues no, los gatos, como todo en esta vida, han tenido su lugar y su momento, hasta que un mamífero llamada "hombre" los sacó de su sitio.

Una imagen tan dulce en aquel Mas se podría traducir en la de un fiero depredador en la isla del Hierro en Canarias o en un continente-isla como es Australia. En estos lugares nuestro amable minino campaba a sus anchas por un entorno que no había conocido nunca su presencia, con lo cual os podéis imaginar...

En la isla del Hierro los gatos cimarrones estuvieron, pero que muy a punto, de extinguir los lagartos gigantes. En Australia llegaron al punto de que las autoridades plantearon la posibilidad de una Australia sin gatos para el año 2020. ¿Y porqué? Muy sencillo, un gato mataba y mata al año alrededor de 1000 aves y pequeños mamíferos. Problemas similares ya se han planteado también en algunos estados de EEUU.

Algún día, para que veáis las cosas con más detalle, os contaré la historia "del gato del farero". Espero que nadie piense que estoy haciendo apología del terrorismo antigatuno, ni soñarlo, es más, yo tengo un fantástico gato naranja en casa, pero eso sí, controlado.

Amor de Padre

El otro día hablando con mi mujer, salió el tema del cambio climático, se ve que habían comentado algo por la tele. De ahí llegamos al reciclado y al tema del transporte en bicicleta. Nos hace gracia ver cómo cierta gente intenta justificar el uso del coche para ir a trabajar cuando realmente no le hace falta. A parte de eso, por no hacer, ni reciclan, justificándolo con comentarios tales como "que todo va al mismo sitio", o cosas tan peregrinas como que "si los EEUU siguen contaminando ellos también lo harán"... ¡Fantástico! ¡Me habéis convencido!

También me choca que algunas de estas personas alardean de ser unos fantásticos padres, pero que no cuidan ni hacen nada por inculcarles unos mínimos valores sobre el medio ambiente, claro, de tal palo tal astilla... Lamentablemente el tema de medio ambiente a día de hoy no es ninguna idea peregrina, ni cosa de "grillaos" ni nada de eso: es una necesidad, hasta tal punto de que casi una cuarta parte de la población que muere en el mundo lo hace por problemas medioambientales.

Así que padres de familia, vosotros que alardeáis de ser tan buenos y condescendientes con vuestros hijos, recordad que no les esperan precisamente tiempos fáciles, más bien lo contrario, se van a enfrentar a un problema y serio. Lo mínimo que podéis hacer por ellos es inculcarles unos valores que contribuyan a un mundo mejor, tanto social como ecológicamente, de nada os sirve dejarles este mundo hecho unos zorros cuando lo abandonéis, enseñadles a que intenten dejar las cosas tal como las han encontrado. Es una obligación moral y sobretodo de supervivencia.

Como alguien muy bien dijo un día: "No hay mejor educación que el ejemplo".

Lo que Ves Es lo que Hay

Dios, concédeme serenidad para aceptar
las cosas que no puedo cambiar;
coraje para cambiar
las cosas que sí puedo cambiar
y
sabiduría para ver la diferencia.

Reinhold Niebuhr

Colas Pequeñas: Colillas

Un vicio que me molesta mucho es el del tabaco. Odio ese maldito humo que muchas veces me pasa por la cara, pero lo que más odio es ese hábito inconsciente, o no, de arrojar la colilla al suelo, no importando donde se encuentre uno, claro. Da lo mismo que estemos en la ciudad que en el campo, la ruta siempre es la misma: de la boca a la mano y de la mano al suelo. ¿Pero tu colilla estaba aquí cuando tú fumador has llegado? Tus miserias son tuyas, no las compartas con el resto de mortales, que para compartir ya lo hacemos con el humo de tu cigarrillo.

En todas las papeleras que conozco hay un metal preparado para apagar las colillas, y si no lo hubiera no hay excusa, se apaga con el pie y se deja en la papelera, gracias (y si no hay papelera, pues al bolsillo, que es lo que hago yo con mis miserias). El colmo de los colmos es ver como alegremente se lanzan las colillas por la ventanilla del vehículo ¿Pero qué clase de educación han dado a determinados individuos? ¿O será que los ceniceros no van de serie y están por las nubes? ¡Por Dios cómo está el mercado! ¡Ahhh! Es que no queréis manchar vuestro flamante coche... ¡Pues yo no quiero que manchéis el entorno! El vehículo es vuestro, el entorno es de todos, ese es el problema, que es de todos, y lo que es de muchos nada se cuida, como tantas otras cosas...

Fumador, tres cosas:

1.- Tu colilla y cajetillas de tabaco ensucian el entorno (por si no lo habías pensado).
2.- Tu colilla no es un elemento fácilmente degradable, por lo que se tirará mucho tiempo pululando por ahí con el peligro que conlleva que sea engullida por algún animal.
3.- Si cada uno tiramos una colilla, eso al cambio son 6.200 millones de colillas, y lo que es muchísimo más grave, seguro que alguna de ellas prende fuego a un bosque.

He dicho.