
Esta tarde en la biblioteca de la universidad, he observado como una pareja de jovenzuelas habían dejado sus desperdicios de comida encima de la mesa que había en su cabina. Me llama la atención la ligereza con la que la gente va dejando por ahí sus miserias, porque igual que lo hacen ahí, en general, imagino que también lo irán haciendo por los lugares donde pasen: campo, playa, cine, vía pública, etc....
Jovencitas, vuestras miserias son vuestras, los demás no tenemos la culpa de que seáis unas incívicas, mal educadas y sobre todo gorrinas, en este caso dos embalajes de comida es un mal menor, lo que me preocupa es que hagáis lo mismo en plena montaña con una colilla, por ejemplo. Recordad que igual que tenéis derechos también tenéis obligaciones, así que aplicaros al cuento.
Que esto lo haga gente mucho más mayor, a lo mejor en el fondo es más excusable, ya se sabe, otros tiempos, pero con los tiempos que corren, de "educación para todos", no me parece de recibo. Lamentablemente no sois las únicas, la semana pasada pude comprobar algo peor en el comedor, y con un grupo mayor que el vuestro, de pena.
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